Uno de los errores más usuales en el manejo de las finanzas personales, ¡es no manejar las finanzas personales para nada!

Al ritmo del vertiginoso trajín diario del hogar al trabajo, la escuela, el colegio o la universidad de los chicos y el regreso a casa, se consume una buena parte del día. Finalmente, el cumplimiento de obligaciones exige a muchas personas el posponer indefinidamente una tarea crucial: las finanzas personales, que sin planificación apropiada, provocan continuos dolores de cabeza y problemas con deudas pendientes, así como incumplimiento con el pago de servicios, colegiaturas, pago de impuestos, etc.

En estas circunstancias el ahorro se convierte en algo así como un sueño imposible. Lo curioso es que si nos detuviéramos a planificar detenidamente nuestro gasto en relación con el presupuesto, las cosas cambiarían de manera notable, o al menos mejorarían un poco… ¡pero es que simplemente no nos damos el tiempo!

Consejo 1: ¿Realmente quiere ahorrar dinero? ¡Entonces empiece por ahorrar tiempo! Hoy en día es muy usual ver televisión hasta tarde y levantarse adormilados por no haber descansado apropiadamente, en consecuencia pasamos el día con pereza y mal humor. Es mejor imponerse una hora límite en la noche, a partir de la cual es hora de ir a la cama obligatoriamente.

La consecuencia de esto es que podrá disponer de más tiempo para realizar tareas largas, como la planificación de su presupuesto familiar o cualquier otra, en las primeras horas del día, mientras el resto de personas subutiliza el tiempo personal por negligencia.  ¡Se sorprenderá de la cantidad de cosas adicionales que puede hacer durante el día, si optimiza su tiempo!

En la mayoría de ocasiones, el madrugar implica ahorro en múltiples gastos diarios, como combustible (por reducción del tráfico), alimentos y bebidas, por mencionar solo los más comunes. No es necesario salir de casa cuando aún está clareando; basta con salir 20 minutos antes que la mayoría de personas, y regresar un poco más tarde. Sólo poniendo en práctica este consejo, podrá notar en carne propia la cantidad de dinero que ahorra.

Consejo 2: Balancee gastos e ingresos en un documento. Por absurdo que parezca, muchas personas no se toman el tiempo de sumar TODOS sus gastos y confrontarlos con su ingreso mensual. La única manera de asegurarse de que NO se le olvida algún gasto ordinario es anotarlo, ya sea en una hoja de papel (método bastante anticuado en estos tiempos de teléfonos móviles con conexión a Internet), o en un medio electrónico.

Consejo 3: Planifique sus gastos extraordinarios. Divida el monto total de los gastos extraordinarios entre el número de meses que faltan para realizarlo, y ahorre la suma proporcional, para evitar verse en apuros en la fecha del pago.  Otra posibilidad es dividir para 12 el monto total del gasto extraordinario, con un año de anticipación, para reducir el valor de la cantidad por ahorrar.

Consejo 4: Evite caer en la tentación de usar tarjetas de crédito, si estas le cargan intereses excesivos, o mejor aún: evite en lo posible contraer deudas, porque son los bancos los más beneficiados, y el único provecho que usted percibe es obtener de inmediato lo que desea, a un  costo demasiado alto.

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